Helena Cortesina
¿Quién es Helena Cortesina?
Helena Cortesina es una gran desconocida para casi todo el mundo, pero fue la la primera directora del Cine Español y la primera mujer en España en montar su propia productora, Cortesina Films. Por eso creemos que es un bonito homenaje llamar a este Certamen en su honor.
Nacida en Valencia el 17 de julio de 1903, fue muy popular entre la segunda y la cuarta década del siglo XX. Inició su carrera como bailarina muy precozmente: en 1916 ya viene anunciada en la prensa su actuación en un espectáculo de varietés. Era conocida con el apodo de la Venus valenciana.
En 1920 debutó en el cine en un pequeño papel de una película dirigida por José Buchs, La venganza del marino, para después ser la actriz principal de La inaccesible, del mismo director.
Un año después montó su propia productora (Cortesina Films) y en 1922 produjo y dirigió con guion del clérigo-dramaturgo José María Granada, la película de cine mudo Flor de España o La historia de un torero, considerada la primera película realizada por una cineasta española. Rodada en Madrid y Aranjuez, en ella actuó la propia Helena junto a sus hermanas Ofelia y Angélica.
La película se estrenó primeramente en Barcelona (12 de diciembre de 1922) y, a continuación en Madrid inaugurando así la exigua nómina de mujeres realizadoras en el cine español. Aunque en 1929 aún hay noticias de su emisión en pantallas de Barcelona, la productora fue liquidada tras la realización de este único film. En el año 2015, la partitura de la película compuesta por Mario Bretón, hijo de Tomás Bretón, fue recuperada y estudiada, sirviendo para la reconstrucción del film.
En 1930, con la compañía de Martínez Sierra interpretó la obra de María Lejárraga Triángulo, junto a Catalina Bárcena.
En 1933 marchó a Buenos Aires junto a su compañero sentimental y escenógrafo Manuel Fontanals. Actuó en la compañía de Lola Membrives interpretando varias obras de García Lorca, alguna de ellas dirigidas por el propio autor.
Al iniciar la guerra civil, Helena volvió a Argentina, esta vez como exiliada, continuando con su carrera como actriz teatral y cinematográfica. En 1938, participó en Bodas de sangre, dirigida por Edmundo Guibourg, junto a otros exiliados como Margarita Xirgú, Amelia de la Torre o Enrique Diosdado.
En 1940, junto con Andrés Mejuto formó la compañía Cortesina-Mejuto y regresó a España en los años cincuenta del siglo XX, apareciendo en papeles secundarios de algunas películas.
Sus restos descansan en el cementerio de la Chacarita en Buenos Aires.
